Pulgón Verde en Almendros

Iniciado por Admin, 23 de noviembre de 2021, 11:30:35 am

Tema anterior - Siguiente tema

Admin

Pulgón verde
y
Pulgón harinoso.

Existen diferentes pulgones que pueden afectar el almendro, pero los más importantes en el cultivo son el pulgón verde (Myzus persicae) y el pulgón harinoso (Hyalopterus amygdali). Ambos tienen como huésped primario el almendro, pero los meses de más calor se desplazan a otras plantas huéspedes. También alternan la reproducción asexuada y sexuada.

Como diferencias morfológicas, el adulto de pulgón verde (Mizus persicae) es de color verdoso con sifones bastante largos y dilatados, en cambio el adulto de pulgón harinoso ( H. amygdali) es de color verde pálido, un poco más grande y con sifones más cortos. Este último también se caracteriza por estar cubierto de una secreción cerosa de aspecto harinoso.

 <strong>Pulgón verde - Myzus Persicae</strong>



 
Pulgon Harinoso - Hyalopterus amygdali 



El pulgón verde (M. persicae) pasa el invierno en forma de huevo, que es liso, de color negro y está localizado mayoritariamente cerca de las yemas florales. Durante el mes de febrero estos huevos eclosionan y aparecen las hembras ápteras (sin alas), que se reproducirán durante varias generaciones de manera vivípara (individuos vivos) y por partenogénesis (de manera asexuada) dando solamente hembras. El hecho de que los pulgones sean vivíparos durante las generaciones primaverales, ayuda su crecimiento exponencial ya que las ninfas recién nacidas contienen embriones en desarrollo en su interior, lo que hace disminuir notablemente el ciclo de una generación, y aumentar su probabilidad de supervivencia.

Al inicio de los calores del verano, que coincide con una gran superpoblación de pulgones y con la disminución de la capacidad alimentaria de la savia, aparece una generación de individuos alados que migran de manera masiva hacia diferentes cultivos hortícolas ( sobre todo crucíferas) y plantas adventicias. Los pulgones se reproducirán en el huésped secundario, hasta que finalmente aparece una generación que dará machos y hembras que se reproducirán sexualmente. En otoño, estas hembras aladas volverán de manera escalonada al almendro donde depositarán los huevos de invierno.

El pulgón harinoso (H. amygdali) tiene una biología similar. La puesta de los huevos de invierno se localiza sobre las yemas de las ramillas externos. Las primeras hembras aparecen en abril y se encuentran en el anverso de la hoja. Las densas colonias de este pulgón provocan un ligero enrollamiento de las hojas en sentido longitudinal, se abulta y toman un color verde pálido hasta que caen. La secreción cerosa de aspecto harinoso que produce le es útil para protegerse de los enemigos naturales, pero puede afectar el almendro ya que hace disminuir la capacidad fotosintética del árbol.



Los pulgones succionan la savia y, en consecuencia, se arrugan las hojas, se abortan las flores y se secan los brotes. El enrollado de las hojas es más acusado en M. persicae, que le permite mantener sus colonias protegidas impidiendo el crecimiento normal del brote. Los otros daños que producen los pulgones se derivan de la succión de la savia del floema, rica en azúcares, pero pobre en aminoácidos, que son esenciales para su desarrollo. Parte de la savia es transformada en melaza (secreción dulce), donde se desarrolla el hongo Capnodium salicinum conocido como "negrita", que afecta a la superficie vegetativa impidiendo la fotosíntesis.

El exceso de abono nitrogenado puede hacer aumentar la riqueza de aminoácidos en el floema y provocar la proliferación del pulgón. Esto, acompañado de las estrategias reproductivas antes explicadas, facilitan los rápidos y fuertes aumentos de sus poblaciones.

Los pulgones tienen muchos enemigos naturales (mariquitas, sírfidos, crisopas ...), que ayudan a controlar sus poblaciones a partir de abril. Las hormigas, al contrario, atraídas para la melaza, actúan defendiendo los pulgones de los enemigos naturales y también los ayudan a distribuirse por la planta al quedar pegados a su cuerpo.



Una buena estrategia para su control se basa en la aplicación de diferentes medidas culturales. Es muy importante potenciar la fauna auxiliar mediante cubiertas y vallas vegetales con fuerte floración en los márgenes, pero hay que tener en cuenta que estos pulgones, al ser dioicos, realizan una parte de su ciclo en otra planta huésped.

Por tanto, se requiere un correcto diseño de la plantación que combine plantas cercanas y asociadas al almendro, que favorezcan los enemigos naturales ya la vez eviten ser huéspedes secundarios por los pulgones. Otra estrategia es utilizar como cebo huéspedes secundarios que puedan ser eliminados en el momento oportuno.

En el caso de tener que intervenir con tratamientos, el momento de luchar contra el pulgón verde es el final de la floración, cuando la población es baja y aún no hay vegetación que pueda dar protección a las colonias de pulgones. La lucha contra el pulgón harinoso se iniciará más tarde, cuando se llegue al 5% de brotes atacados.



Similar topics (5)